lunes, 23 de febrero de 2009

What about MJ?


No puedo ser imparcial, y menos al hablar de Marc Jacobs, para su propia línea; segunda para ser exactos.

A pesar de que aún no terminan las semanas de la moda en el mundo, y no soy muy afecto a realizar post's de looks y salidas de modelos, tengo que confesar mi relación amor-odio con Marc Jacobs, y he de decir que no siempre la mantengo en buenos términos.

Lo he dicho antes, no me parece nada innovador lo que Marc hace para Vuitton y hasta lo he calificado de cuadrado, aburrido, repetición constante y sin matices. Y es obvio, ¡qué espero yo de un malletier-à-paris maison fondée en 1854 que ha estado muy sobrevalorado!, Y no es que no reconozca el know-how de la firma pero como todos sabemos, en moda siempre, quien se atreve, pone cosas entre comillas y no intento ahondar en LV.

Después de la colección MJ de invierno que presentó en Nueva York á-lo Danceteria, ésta, la niña pequeña, más que alejarse, se reconfigura en -ótro- momento, en otra ciudad hasta diría que en otros objetivos. Y es que el preppy no tiene por qué ser como lo imaginamos, siempre encuentro el twist retorcido en el aire que emanan de los looks.


Estos chicos "bostonianos", no usan bostonianos, y quizá , más que arrasar en la intelectualidad, ¡se lo montan a lo grande!, arrasando pero con todo lo que camine por el campus.


En Marc by Marc Jacobs tenemos cosas que me conquistan, ¡volúmen, estilismo, botas, humor y color!, y como vemos, el cuadro se mantiene, pajarita, encaje, pantalones anchos.

Pero ese es el invierno y de aquí a octubre tenemos todavía un verano por vivir, por eso, quise sacar del baúl la propuesta de la firma para esos días de sol, playa, bebidas y agua!, de la cuál no lo quiero, lo necesito, el pantalón corto con esos accesorios que parece que se los compré a mi prima de 5 años, tuercas y cintas de algodón. ¡un descaro que me enloquece!



Marc parece aferrarse al kilt más de la cuenta, pero aún así lo amamos, bueno ustedes no lo sé pero yo si, ya que creo que guardando las distancias con LV, él en solitario con las dos marcas es de los pocos diseñadores fichados por grandes grupos de lujo que realmente propone y arriesga, como otros dos consentidos míos Elbaz con Lanvin que es sensacional y Tisci con Givenchy, que rompe los moldes. Mi teoría es hay que basarnos en la colección, en el trabajo, y cada día hacer menos caso a la crítica de moda porque, permitanme entrecomillar, de "crítica" tiene poco.

Y es que así de sencillo, o nos gusta o no, y yo acepto que aunque hay cosas que no me gusten, están magistralmente bien trabajadas y seguro serán un éxito pero esa también es otra historia.

Marc extraña la Costa Este Americana, y creo que eso lo sabe París...

jueves, 19 de febrero de 2009

I'm Soooo a Paper Bag!


¿Alguien podría explicarme por qué a la gente le fascina salir de casa y llevar una bolsa de papel de sus compras pasadas? ¿Quién guarda las bolsas y para qué?

La verdad es que es un asunto que tengo en la mente estos días que he estado caminando mucho y pensando mucho más. Pues resulta que en repetidas ocasiones al caminar por Barcelona o tomar el autobus veo gente que en lugar de cargar sus cosas en una mochila, backpack, bolso, o cualquier artefacto creado con el afán de cargar "algo", llevan bolsos usados de Zara, Bershka, Mango o H&M, y en ellos libros, estambres, papeles, alguna barra de pan, entre otras cosas que no doy crédito.


Lo comparto porque no sé si alguien habrá alguna vez reflexionado sobre lo mismo. Cerca de mi casa y al bajar al barrio de Gracia, siempre encuentro un personaje genial, que es una señora que va con un estilismo de infarto (pero de los buenos), con una falda verde que parece la cola de una sirena, un gorro, su cabello naranaja y su bolsa de Harrod's, de plástico, y para ser sinceros ese bolso tiene connotaciones de souvenir, pero va más o menos por la misma línea.


En otra ocasión, (¡muy fuerte!) recuerdo haber visto a una señora madurona, subirse al bagón de metro con una bolsa naranaja de Hermès. ( Y no es LiLo y su amigo, ésta foto solo es a efectos de ilustración)



Así, que la señora en cuestión entra y bueno, no tenía mala pinta, al contrario, parecía de esas señoras que apenas levantarse llevan a su cara todos los quimicos que Helena Rubinstein pueda tener. En fin, sin dejarme engañar por el look turista, por un momento dije Ok, la odio, ella entra en Hermès y yo sigo en H&M, vaya mierda... y Oh! mi sopresa que efectivamente era una bolsa naranaja de la tienda pero dentro tenía bolsas de supermercado, revistas para tejer crochet, y quizá un bocadillo por que solo ví un papel aluminio.



Y después de todo este surrealismo, me sigo cuestionando, ¿por qué?, cuento la anéctoda curiosa del caso naranaja y el bolso plastificado de la megalondinense porque es para contarse, ¿pero y lo otro?, qué hace la bolsa de papel azul de Zara haciendo de sustituto de un accesorio?, Y no digo que un caso sea mejor que el otro, es extraño, es como llevar la legitimidad del poder adquisitivo al límite del absurdo.

Yo las bolsas de Zara y sus etcéeeeeeeteraaas les encuentro los siguientes usos: 1.- para llevar la ropa sucia de tu habitación a la lavadora en caso de que la cesta de ropa de los chinos te haya jugado una mala pasada. 2.-mmm ¿reciclarlas?

La verdad es que es un post sin sentido, o quizá con mucho más del que imagino...

Que fuerte!

domingo, 15 de febrero de 2009

Who's gonna be our Lady???


Después de pensar ciertas cosas sobre el estilo de las mujeres actuales, recuerdo que sin duda, el ser una Lady, es quizá lo más preciado para algunas (y algunos quizá) ...

Mucho se habla de la feminidad estos días, y las representaciones que se suelen hacer de las mujeres, y no estoy posicionandome en realizar ni ejemplos machistas ni posturas feministas, simplemente retrato lo que creo que es, sin tapujos y sin velos de ningún tipo.



Y si hablo de mujer, de ese eterno femenino, dulce y delicado, quien mejor que Christian Dior para ser su embajador a la francesa. He dejado a un lado a Lady Galliano por que creo que poco o nada hace para este caso en particular, espero que no se sienta ofendido.


¡Oh si!, ¡¡Dior!!, tu que enseñaste a las mujeres a tener esas cinturas perfectas, amplias faldas y eso si, a estar perfecta sea mañana tarde o noche, siempre a la espera de Monsieur, su dueño, amo y señor, ¿que códigos podemos encontrar en estas mujeres?


El legado Dior me encanta, no me resisto a nombres como Miss Dior, Diorella, Diorissimo, Dior impuso en el 47' esta mujer arreglada, de gestualidad hipercuidada, un emblema de feminidad. Una mujer que sabe posar, una mujer objeto de deseo y que sabe cómo colocarse.


La idea de una mujer ofrecida al deseo o a la aspiración, una mujer "hecha imagen", es sin dudas la mujer Dior, la que todas quieren parecerse, la que todos quieren poseer, guardando las respectivas formas en el Dior del 47, y quizá más erotizadas en el Dior Galliano, pero sin embargo lo mismo...



Lo interesante y que me ha hecho reflexionar sobre esto es que, si bien es sabido que hoy más que nunca Dior vive del complemento, la perfumería y la cosmética, era lógico encontrar en su haber, legados tangibles de esta ideología de marca.

Puntualizo y es que no puedo resistirlo, El Lady Dior es quizá el modelo más emblemático de la casa y la idea de conservarlo, reinterpretarlo, y mantenerlo presente como producto estrella es sin dudas una manera de seguir contando estos mismos mitos y sueños.





To Become a Lady, o eras Diana de Gales o Cenicienta, da lo mismo que papel se juegue, al final conseguimos lo mismo, ella fue su más fiel y eficaz embajadora.





El ser una mujer Lady Dior, es ser una princesa, una mujer monísima que espera a su marido en su fabuloso apartamento de Park Avenue en Manhattan (lease Lady Dior Avenue, ¿será mera coincidencia?) y no tiene que preocuparse más que porque su manicura esté impecable y el cuidado de su saber estar, ya que le asegura estar en los mejores lugares con toda la beautful people.

Los hay en toda la gama, blancos, negros, con aplicaciones, de colores, para todos los gustos y exigencias de estas damas de siempre. Y es que no puedo evitar una reflexión sobre lo que dice tanto de nosotros un accesorio.

No es lo mismo que una de estas damas lleve un Birkin de Hermès, ni tampoco un Amazona de Loewe, ni un Must de Cartier... los códigos son diferentes, y mira que todos son bolsos para mujeres ricas o habiles en el Chinatown según sea el caso... Y en este caso no, un Lady Dior las define, las marca, las encuadra en cierta personalidad, cierto modo de ver la vida y a lo mejor estoy exagerando y la Belluci cuando anuncia Dior ni ella misma se crea que está siendo aprisionada como el más bello objeto de deseo...o quizá si... no lo tengo muy claro.





Es más ni siquiera la cliente Dior de hoy en día tiene muy claro su papel, si es o juega a serlo, lo que sí sabe a la perfección es la pose, esa pose que eclipsa a los chicos, desatando guerras y suspiros!



Siempre he creido que esta relación entre lo que tenemos en nuestro armario y nuestra personalidad va completamente ligado, hoy facebook nos gana la carrera eso ni discutirlo, pero creo que en cuestión de bolsos, como éste tan definidos, pocos, muy pocos. Aún asi las nuevas teen stars lo siguen llevando y el bolso sigue por ahí siendo la prueba viviente de que todas chicas, todas, pueden ser unas princesas...


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