
Definitivamente, no es nada grato esperar dos horas antes de un vuelo sentado en el aeropuerto, con un ojo medio dormido, con medio tomar café y medio respirando por que no pase el límite de equipaje permitido. No señor, no es nada sencillo ser viajero en estos días, y menos cuando pasas a través de las bandas magnéticas, y los miles y miles de requisitos que los yankies nos hacen pasar.
Lo curioso es que el último viaje de esta naturaleza no lo recuerdo muy bien, bueno... quizá hasta cierto punto de viaje. Lo que es certero es que la vida es más sencilla y los viajes más placenteros cuando agregamos unos cuantos cocteles antes, después o durante los despegues y aterrizajes. El experimentar resaca en pleno JFK hace unos meses no me impide hacerlo nuevamente, así mejor no sentimos las horas de vuelo, ni nos pesan los carry ons, ni el ponte y quitate el cinturón, que por cierto, es todo menos lindo a la vista y menos decidir entre "meet or chicken".
Yo por eso viajo como si fuera a ir a una fiesta, nunca sabes qué pueda pasar o quién conocerás. Claro, si hablamos de viajes de una o dos horas, en donde ni nos dá sueño, ni alcanzamos a tomar un par de cacahuates y una coca light. Pero qué sucede con viajes largos, con escalas, con cambios de vuelo, con sube, baja, corre, "yes officer", come lo que puedas y "hold on please" que pasamos de apellidos A-F.

La gente pensará pues un conjunto deportivo, pero yo pregunto, si no vas a correr ni a hacer ejercicio. Otros dirán, pues algo cómodo... respuesta más vaga que la anterior... lo cómodo puede ser una cosa para mi y otra cosa para tí. Para mi cómodo es un par de jeans, camiseta, converse y americana. Cómodo no tiene que parecer como si te hubieran sacado de la cama, con basuras en los ojos y sin peinar. (Y no es excusa tener que estar a las 5 de la mañana para un vuelo de las 7, aún a las 5 de la mañana podemos estar presentables).

Los imperdibles que bajo ninguna circunstancia se deben olvidar durante un vuelo son los siguientes:
1.- Un buen libro, algo interesante, se valen biografías, novelas ( por favor nunca de esas románticas medio eróticas que hasta sus portadas son como un soft porno), o de interés general. Siempre es bien visto que alguien lea en una sala de espera y para agregar un toque divertido, hasta podemos permitirnos un poco de tabloides, de esos que sus encabezados son más amarillos que la publicidad de J'adore.
2.- Un par de gafas de sol, se convertirán en el mejor amigo de cualquiera que desee 5 minutos de caminar por los pasillos como artista o sentarse y observar a todos evitando contacto visual. Pero lo anterior es show al extremo del fashion victim, ya que en mi experiencia las gafas son útiles una vez arriba de avión para poder dormir y evitar las luces interiores además de que es un claro signo de NO MOLESTAR para el vecino platicador del asiento contiguo al nuestro. Por otra parte nos ayudan a disimular el cansancio del vuelo hasta llegar a tierra y ponernos un poco de gotas para los ojos.
3.- Una cartera de viaje, es sencilla, es práctica y tiene todos los documentos que podemos necesitar, desde dónde guardar las monedas, hasta las tarjetas, los pasaportes y el dinero en efectivo, es tan útil que la uso diariamente sin necesidad de viajar.

Ohh viajeros... tantas cosas nos suceden en los viajes que a veces hacer maletas no es lo más complicado de todo ya que, si he podido meter 10 pares de zapatos + un abrigo + un trench y camisas en una sola maleta... Creánme, todo lo demás tiene solución.