La fórmula de la eternidad, los encuentros inesperados, la mágica escencia de lo que llamamos amor. El discurso sigue vigente y es que quizá necesitamos seguir creyendo en algo.
Calvin Klein se encuentra en mis referentes de juventud, cuando pensábamos que el parfum unisex era lo máximo y lo más moderno del mundo. Cuando pensábamos que eramos plurales con un par de jeans de diseñador con t-shirt a juego of course CK Calvin Klein que por supuesto distinguíamos, si alguien osaba usar una imitación de un tianguis barato.
Mis cuadernos de la prepa estuvieron tapizados con CK one, Ck be, Kate Moss, Christy, Mark, Antonio y todos esos rostros anónimos urbanos que pasaron por la publicidad.
Porque saber quién era Calvin Klein era un requisito indispensable si eras joven. Y es que Calvin representó la América más rebelde, la América sin tabués sexuales, de imágenes andróginas y de la calle, es sinónimo de las imágenes de los noventa cuando estabamos hartos del barroco Versace y del Dress for Success...
Calvin eran los cuerpos de infarto, el underwear por excelencia - costumbre que aún comparto y recomiendo-, las obsesiones y ese aire sexual particular.
Aunque también representó la anorexia y las tallas 0, no puedo dejar de recordar que Calvin era grupal, juvenil y cool.
¿Ahora dónde está?, las nuevas generaciones quizá no perciban el Calvin que dejaba mi boca abierta con el imperio de moda que construyó. Y es que el modelo americano es así, obligaba a convertirse, diversificar hasta la médula. Basta mirar a Donna Karan, Ralph Lauren ejemplos clásicos americanos de negocio e igual de válidos que las soberbias marcas francesas.
Costa y Zucchelli han sabido soportar el peso de un nombre como el de Calvin y lo que representa para la moda neoyorkina, o para los Americanos. Y es que sé que tal vez de este lado del mundo, este hombre sea percibido diferente, pero forma parte de mi imaginario de moda, quizá mi primer referente de comunicación visual.
Y es que lo hacían magistralmente. Buscando algunos ejemplos encontré estos que me llamaron la atención. Es cuando viene a tema el título de este post.
Son tres anuncios diferentes, en tres momentos distintos con personajes particulares, pero hablan de lo mismo, es que acaso el romanticismo no ha muerto? o sólo queda en nuestra imaginación y recuerdos?
Yo prefiero creer que sólo podemos pensar así cuando tenemos 3 cocteles encima, de los fuertes, de esos que nublan tu visión de la belleza y adormecen tu lengua.
Esta es la parte más sweet del Sr Klein,
Christy y Mark
Doutzen Kroes y Karl Lindman
Scarlett Johansson y Trent Ford
Y bien , ¿el amor eterno existe?, o sólo palpita en nuestros recuerdos y fantasías sumergidas en una botella de Calvin Klein.
El mito que me inspiró para adentrarme en este mundo fascinante.
No puedo describirlo, a Saint Laurent hay que sentirlo.
Quizá por que estoy un poco nostálgico y solo él conecta con lo más multiple de mi personalidad.
A veces cuando no encontramos palabras o soluciones de modo racional a nuestros miedos o nuestras dificultades, lo unico que nos queda es cerrar los ojos y sentir que estamos latiendo y para mi es más que suficiente para abrir los ojos y lanzarnos hacia adelante...
Quizá convierto este espacio en algo más personal o quizá mezclo todo a la vez, no es algo que me importe... ¿Alguna vez habré sido de otra manera?, creo que no.
Este verano ha estado lleno de cosas, una tras otra, y es que así me gusta la vida, vivir en la incertidumbre, vivir al día, me lo debía, me debía tantas cosas...
Siempre coherente, siempre romático, siempre distante, siempre fuerte, siempre vibrante, siempre seductor, siempre tímido...
Preparando una huída a la 31,Rue de Cambon, mothership de Chanel, en mi próxima visita a París, he reflexionado sobre la profundidad de esta mujer en el mundo de la moda.
El siglo XX se vió afectado por su influencia. Ninguna personalidad en solitario lo ha conseguido como ella a pesar de su muerte, como decía, la moda pasa, el estilo permanece.
Encontrando similitudes y la coherencia entre los mensajes de la marca comparto lo siguiente que no deja de fascinarme.
Chanel, esa mujer sujeto que actúa y mantiene su independencia ante los hombres, que se resiste a ser considerada como un bien pasivo que solo sabe posar para el ser amado.